FUNDAMENTO DOCTRINAL

DISCIPULADO DE LA MISERICORDIA (DIMI)

 

 DE LA NATURALEZA Y FINALIDAD DE LA ASOCIACIÓN

El laico tiene labores específicas: “A los laicos pertenece por propia vocación buscar el reino de Dios tratando y ordenando según Dios, los asuntos temporales. Viven en el siglo, es decir, en todas y cada una de las actividades y profesiones… Allí están llamados a cumplir su propio cometido, guiándose por el espíritu evangélico, de modo que, igual que la levadura contribuyan desde dentro a la santificación del mundo y de este modo descubran a Cristo a los demás, brillando, ante todo, con el testimonio de su vida, con su fe, su esperanza y caridad” (LG n.31). En este contexto menciona su SS Benedicto XVI: “Hay que alentarles, por tanto, a que vivan con responsabilidad y dedicación esta importante dimensión de la caridad social, para que la comunidad humana de la que forman parte con todo derecho progrese en la justicia, en la honradez, en la defensa de los verdaderos y auténticos valores, como la salvaguarda de la vida humana, del matrimonio y de la familia, contribuyendo de esta manera al verdadero bien humano y espiritual de toda la sociedad” (Discurso, 19.9.2008)

 

 

FUNDAMENTO DOCTRINAL

La Asociación “Discipulado de la Misericordia” (DIMI), es una asociación privada, conformada por fieles católicos laicos bautizados. Todo miembro, libre y voluntariamente se adhiere a la Asociación con el propósito de vivir junto a otros hermanos la plenitud de su Bautismo.
Como cita el Catecismo de la Iglesia Católica “La iniciación cristiana se realiza mediante el conjunto de tres sacramentos: el Bautismo, que es el comienzo de la vida nueva; la Confirmación, que es su afianzamiento; y la Eucaristía, que alimenta al discípulo con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para ser transformado en Él”. (CIC # 1275), Jesús, Hijo de Dios vivo, “Camino, Vida y Verdad” (Cfr. Jn14,5), Quien es la referencia fundamental para la vida cristiana de cada miembro.
Nuestra Fe se adhiere libre y voluntariamente a la Verdad revelada y queremos Vivir el Santo Evangelio en plenitud, para mayor gloria de Dios, bien de nuestras almas y el bien espiritual de nuestros hermanos.
Asumimos con conciencia las siguientes enseñanzas:
 
  1. “La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto y seáis mis discípulos (Jn 15.8).
  2. “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros; que, como yo os he amado, os améis también entre vosotros. Todos conocerán que sois discípulos míos en una cosa: en que os tenéis amor los unos a los otros” (Jn 13, 34-35).
  3. “Para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí” (Jn 17, 21-23).
  1. La carta pastoral del episcopado en su tercera parte llamada discípulos misioneros de Jesucristo, llamados a renovarnos como Iglesia – comunidad de vida y en la cuarta parte llamada “comprometidos para que nuestro pueblo tenga vida en Cristo” expresa el sentir de la Iglesia frente la globalización de los valores espirituales y humanos frente una anticultura de la muerte y el desamor. Nuestros pastores hacen una enérgica convocatoria al pueblo de Dios en todos sus miembros, hombres y mujeres, niños, jóvenes y adultos, las mismas familias y agentes de pastoral para un trabajo en comunión en defensa de la vida y su dignidad, el valor del servicio a la manera de Cristo para construir la paz y la solidaridad, influyendo objetiva y positivamente en las personas que se organizan en grupos y comunidades para hacer el bien, para los que hacen y publican las leyes en los países (los gobernantes) y en los mismos procesos de educación básica, vocacional y profesional que no pueden prescindir de las razones que la Fe propone, como también en la educación informal para la convivencia, el diálogo en la diferencia y la cultura.